El diseño de hoteles en los destinos turísticos más prestigiosos del mundo presenta un desafío indudable: crear una imagen inolvidable para sus visitantes, integrando tanto el paisaje como los elementos arquitectónicos que lo componen de manera única.

En uno de los destinos más emblemáticos de México, Cancún, se encuentra el Hotel All Inclusive Royalton Riviera Cancún, un proyecto que rinde homenaje a las grandes construcciones arquitectónicas precolombinas. Este imponente edificio de 8 niveles se alza majestuoso y elegante frente a la costa, con un diseño de líneas sobrias y atemporales. Sus espacios están concebidos para ofrecer experiencias exclusivas a sus huéspedes, integrando la riqueza cultural, gastronómica y de esparcimiento de la región, sin perder de vista las expectativas contemporáneas de descanso y entretenimiento.

Cada habitación ha sido minuciosamente diseñada para ofrecer vistas excepcionales al mar, ya sea de manera directa o a través de sus amplios balcones. La mayoría de las habitaciones están orientadas hacia la gran plaza central, donde se concentran las principales amenidades y actividades acuáticas que enriquecen la experiencia de los huéspedes.

El edificio, que rodea esta área central, destaca por su geometría atemporal y su gran escala, logrando un equilibrio visual mediante el juego de texturas, volúmenes y colores. Estos elementos generan contrastes de luz y sombra que evocan los frisos y detalles ornamentales de las construcciones precolombinas, logrando una conexión sutil con el pasado.